Hamas, cuyo ataque del 7 de octubre contra Israel desencadenó la guerra, exige una retirada israelí completa, pero el primer ministro Benjamin Netanyahu insiste en que las tropas deben permanecer en una franja clave de tierra a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto. Estados Unidos, Qatar y Egipto han estado mediando en un esfuerzo por lograr un alto el fuego en la guerra que, según las autoridades de la Gaza controlada por Hamas, ha matado al menos a 40.939 personas. Según la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas, la mayoría de los muertos son mujeres y niños. El ataque del 7 de octubre de Hamas contra Israel resultó en la muerte de 1.205 personas, en su mayoría civiles, incluidos algunos rehenes muertos en cautiverio, según cifras oficiales israelíes. De los 251 rehenes capturados por militantes palestinos durante el ataque, 97 permanecen en Gaza, incluidos 33 que el ejército israelí dice que están muertos. Decenas fueron liberados durante una tregua de una semana en noviembre. El anuncio del domingo pasado de Israel de que los cuerpos de seis rehenes, entre ellos un ciudadano israelí-estadounidense, habían sido recuperados poco después de ser asesinados, provocó dolor e ira en Israel. Con motivo del aniversario, el jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, publicó en X el sábado: «Once meses. Basta. Nadie puede aguantar más. La humanidad debe prevalecer. Alto el fuego ahora». La presión internacional para poner fin a la guerra se vio subrayada aún más por el asesinato a tiros el viernes en Cisjordania de una activista turco-estadounidense que se manifestaba contra los asentamientos israelíes en el territorio ocupado. La familia de Aysenur Ezgi Eygi, de 26 años, ha exigido una investigación independiente sobre su muerte, diciendo el sábado que su vida «fue arrebatada innecesariamente, ilegalmente y violentamente por el ejército israelí». La oficina de derechos humanos de la ONU dijo que las fuerzas israelíes mataron a Eygi con un «tiro en la cabeza». Washington calificó su muerte de «trágica» y ha presionado a su aliado cercano Israel para que investigue. Incursión en Cisjordania Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, las tropas israelíes han matado a más de 662 palestinos en Cisjordania, según el Ministerio de Salud palestino. Al menos 23 israelíes, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad, han muerto en ataques palestinos durante el mismo período, dicen los funcionarios israelíes. La muerte de Eygi se produjo el día en que las fuerzas israelíes se retiraron de una mortal incursión de 10 días en la ciudad cisjordana de Yenín, donde los periodistas de la AFP informaron que los residentes regresaron a sus hogares en medio de una destrucción generalizada. La retirada de Yenín se produjo en un momento en que Israel está en desacuerdo con Estados Unidos sobre las conversaciones para forjar una tregua en la guerra de Gaza. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el jueves que «el 90 por ciento está acordado» e instó a Israel y Hamás a finalizar un acuerdo. Pero Netanyahu lo negó y dijo a Fox News: «No está cerca». Hamás está exigiendo la retirada completa de Israel de la Franja de Gaza, diciendo que aceptó hace meses una propuesta esbozada por el presidente estadounidense Joe Biden. Según los periodistas de la AFP, varios ataques aéreos y bombardeos sacudieron el territorio durante la noche y la madrugada del sábado. La agencia de defensa civil de Gaza y la Media Luna Roja Palestina dijeron que un ataque aéreo israelí mató a cuatro personas cerca del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza. La defensa civil y un testigo dijeron que un ataque aéreo que tuvo como objetivo un apartamento en el campo de Bureij mató a otras cuatro personas. Y en Jabalia, un ataque aéreo israelí mató a otros cuatro palestinos, dijeron funcionarios de defensa civil. Agregaron que una mujer y un niño también murieron en un ataque aéreo al norte de la ciudad de Gaza. Los médicos informaron de que al menos 33 palestinos resultaron heridos en un ataque aéreo en una zona residencial de Beit Lahia y dijeron que estaban siendo tratados en los hospitales Al-Awda, Kamal Adwan e Indonesia.
