Según el informe, este grupo dominado por hombres ejerce una influencia considerable y mantiene un férreo control sobre la industria. Describe la industria como influenciada por elementos criminales y misóginos, y se refiere a este poderoso grupo como una «mafia» por su capacidad para socavar las carreras de quienes se les oponen. Un actor destacado incluso etiquetó a este grupo como «mafia» debido a su capacidad para imponer prohibiciones y controlar varios aspectos de la industria. «Las mujeres en el cine se sienten inseguras al ir a trabajar solas. Numerosos testimonios revelan que las demandas sexuales suelen estar vinculadas a las oportunidades de empleo, lo que lo hace muy diferente de otras profesiones. En campos como la enseñanza, la medicina o la ingeniería, las mujeres no están sujetas a tales condiciones. Para estos trabajos, demostrar las propias habilidades y pasar una entrevista suele ser suficiente para conseguir el empleo. Sin embargo, en la industria cinematográfica, el sofá del casting sigue siendo una realidad preocupante», dice el informe. El informe también expone una actitud preocupante hacia las mujeres en el cine malayo. El informe afirma que los talentos femeninos suelen ser vistos a través de una lente de explotación, con suposiciones de que buscan fama y dinero y, por lo tanto, están dispuestas a comprometer su integridad. Detalla cómo los directores y productores presionan a las mujeres para que se vean en situaciones de explotación, y a las que cumplen se les dan apodos en clave como «artistas cooperadoras». Además, el informe proporciona relatos inquietantes de acoso sexual, incluidos casos en los que las actrices fueron sometidas a abusos y luego obligadas a realizar escenas con sus abusadores. Un caso describe a una actriz que, después de ser abusada, tuvo que soportar múltiples repeticiones con su abusador debido a su visible angustia. El informe también destaca las difíciles condiciones a las que se enfrentan los artistas jóvenes, como las largas horas de trabajo sin pago de horas extra, la falta de transporte y las instalaciones inadecuadas. También se abordan cuestiones de disparidades salariales, falta de privacidad y servicios insuficientes para las mujeres, como la falta de baños. El Comité de Justicia K Hema se estableció en respuesta al caso de agresión a la actriz de 2017 que involucraba al actor Dileep, con el objetivo de investigar el acoso sexual y la desigualdad de género en el cine malayo. Las principales recomendaciones del Comité Hema, según los informes: *Evitar contratar a personas con antecedentes penales como conductores. *Prevenir el abuso de mujeres a través de clubes de fans. *Crear un tribunal para tratar los problemas relacionados con la industria. *Excluir de la industria a las personas acusadas de delitos graves durante un período sustancial. *Prohibir que terceros prohíban el acceso a personas a la industria.