En una notificación al Congreso, el Departamento de Estado dijo que había aprobado la venta de 50 aviones de combate F-15 a Israel por 18.820 millones de dólares. Israel también comprará cerca de 33.000 cartuchos para tanques, hasta 50.000 cartuchos explosivos para morteros y nuevos vehículos militares de carga. Los aviones F-15, que comenzarán a entregarse en 2029, modernizarán la flota actual de Israel e incluirán radares y equipos de comunicaciones seguras. «Estados Unidos está comprometido con la seguridad de Israel, y es vital para los intereses nacionales de Estados Unidos ayudar a Israel a desarrollar y mantener una capacidad de autodefensa fuerte y preparada», dijo el Departamento de Estado en su notificación sobre los F-15, que son fabricados por Boeing. Sobre los cartuchos para tanques, Estados Unidos dijo que la venta «mejorará la capacidad de Israel para hacer frente a las amenazas enemigas actuales y futuras, fortalecerá su defensa nacional y servirá como elemento disuasorio ante las amenazas regionales». El Congreso todavía puede bloquear las ventas de armas, pero ese proceso es difícil. Grupos de derechos humanos y algunos miembros de tendencia izquierdista del Partido Demócrata de Biden han instado a la administración a frenar o detener las ventas de armas a Israel, al tiempo que expresan su repulsión por las bajas civiles en el conflicto de Gaza. Los funcionarios de la administración Biden expresaron su preocupación por las muertes de civiles y se negaron a hacer comentarios sobre si se utilizaron armas estadounidenses. En mayo, Biden congeló un envío a Israel que incluía bombas de 2.000 libras al advertir contra un asalto a gran escala contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, donde vivían un gran número de palestinos desplazados. Pero la administración dijo que no ha detenido otras armas y desestimó las quejas en junio del primer ministro Benjamin Netanyahu de que Estados Unidos estaba ralentizando las entregas.
